Música de piano de fondo, sentimientos a flor de piel, insomnio asegurado y nada más qué hacer.
Las musas acuden a mí, me muentran todo lo que me han negado estos días de atrás, y lo sueltan todo de golpe. Intento canalizarlo, pero no puedo. El resultado: unas cuantas palabras cargadas de algo indefinido, palabras que llevaban mucho tiempo queriendo salir, pero que por miedo a que me dejaran sumida en un negro pozo se han mantenido ocultas. Miedo a sentir cosas que son innecesarias algunas veces,pero imprescindibles otras tantas... Y de nuevo miedo a dormir sola, sin un cuerpo qué abrazar o una boca qué besar cuando la necesidad sea extrema...
No hay comentarios:
Publicar un comentario