martes, 20 de julio de 2010

Acechando entre las sombras


...Y apareció de entre las sombras, como una bestia escondida mientras acecha a una presa. Sus ojos, brillantes por la excitación lucían un intenso color negro más propio del mismísimo demonio que de un simple humano. Saltó hacia su blanco, colérico después de lo sucedido y con la ira dibujada en la cara, transformada en una horrible mueca de dolor.
Él no era así, jamás lo había sido, pero tenía ante él al creador de sus desgracias, al culpable de su miseria, y eso hacía que su mente se transformara en la de un depredador, dejando a un lado su parte juiciosa y sensata. No le gustaba sacar a relucir su negro corazón ya silenciado, pero era algo involuntario, la simple imagen de aquel despojo "humano" hacía fluir el odio en sus venas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario