No me imagino un día sin verte y creo que esta semana, a parte de un suplicio será la prueba final que determine si de verdad somos fuertes o no.
El coche aún está apagado, y las maletas todavía esperar a ser introducidas en el maletero, pero ya sé que hasta dentro de una semana no te volveré a ver... y eso me destruye por dentro...
Yo esperaré el día de mi regreso como si en vez de en un hotel estuviese en una sala de torturas. Espérame tú también.
Te quiero.
Te quiero.
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