domingo, 30 de mayo de 2010

...

La luna ilumina el polvoriento camino. La brisa mece las ramas de los árboles que susurran canciones infinitas. Hace frío pero mi cuerpo prácticamente ya no lo nota, el frío ya no me afecta. Las hojas de árboles caducos empiezan a enterrarme, empiezan a amontonarse a mi alrededor, intento apartarlas pero mi cuerpo no responde. Quiero gritar pero mis cuerdas vocales se han cristalizado, se han endurecido, o al menos eso parece.

Hace ya dos días que sentí como mis patas quedaban abrazadas por un cepo oxidado y corrompido que algún cazador furtivo había puesto allí. Ya no siento el dolor de los dientes mordiendo mi piel, de hecho ya no siento de cintura para abajo.

El hambre empieza a aparecer, pero a pesar de tener hambre no quiero comer. Mi estómago está vacío pero siento que si como algo será peor.

Pasan las horas y mi cuerpo deja de ser algo servible, la oscuridad está acechando pero por ahora la he conseguido mantener a raya. Aunque sé que tarde o temprano mis fuerzas me abandonarán, y entonces la oscuridad atacará y vencerá.

Veo que el día ya despunta por el horizonte y la energía que debía mantenerme con vida empieza a escasear. “Vamos, tú puedes” me repito una y otra vez, pero cada vez suena menos convincente, ni yo mismo me lo creo, pero tengo que intentarlo. En algún momento algo o alguien me encontrarán y entonces curaré mis heridas.

Mientras pienso todo esto, una manta negra empieza a arroparme. El sol que ya andaba encima de mí se oscurece, la luz verdosa que se filtraba por la hojas de los árboles ya no calientan mi cuerpo. Las hojas secas que tenía a modo de suelo ya no están, o al menos yo ya no las siento.

Y entonces… ya no hay nada.

viernes, 28 de mayo de 2010

20 minutos para recordar...


El sol brilla sobre nosotros, las hojas verdes de los árboles tienen un intenso color debido a que la luz solar se filtra por ellas. El día es perfecto: buenas noticias, temperatura ideal, compañía inmejorable... Nada hará que ahora caiga.
El camino no ha sido fácil. En él los baches han ido surgiendo, el estrecho y polvoriento camino ha serpenteado en mil direcciones, incluso muchas veces ha desaparecido bajo un manto de dudas y miedos, pero nada nos ha detenido. Hemos seguido andando, si uno caía el otro lo ayudaba a levantarse, y desgraciadamente la que más ha caído he sido yo... Pero cada tropiezo me hacía más fuerte, cada cambio de sentido me hacía darme cuenta de que mi anhelada meta era demasiado perfecta como para no querer llegar hasta ella.
Las dudas inundaron mis pensamientos.
La confusión se apoderó de mi mente.
El miedo conquistó mi corazón, pero el invasor no estaba sólo. Junto a él había un sentimiento más poderoso. La dura batalla se ha librado durante meses, pero finalmente el desconocido venció...
Las dudas huyeron al ver al miedo caer, la confusión se fue despejando como las nubes de tormenta para dejar paso a una mente despejada, que ahora sólo tenía un objetivo.
Y ahora, bajo un cálido día de primavera, estoy sentada, sintiendo todo lo que siempre he querido, deseando que ese momento no acabe nunca. Pienso en el pasado y me doy cuente de que jamás lo habría podido hacer sola. Sin él habría caído en el primer obstáculo y no habría luchado por conseguir aquello que tanto quería.
Ahora que el mar ya está en calma, y que la tormenta ha cesado disfrutaré cada segundo, viviré cada momento, grabaré cada detalle, y dejaré que todo fluya a su ritmo... No tengo prisa, pero tampoco soy inmortal, por lo que cada milésima de segundo que pasa tiene que ser más importante que la anterior.
Junto a él sé que sentiré eso y más. Que me hará sentir cosas que nunca antes he sentido, me hará sentir especial, y a fin de cuentas... eso es lo que importa ¿no?

jueves, 20 de mayo de 2010

Mentiras...

¿Qué es una mentira? Según la RAE:
Mentira es la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.
Pero una mentira es algo más, y si encima la mentira es por parte de alguna persona querida, descubrirla es más doloroso aún. Una mentira descubierta conlleva el dolor de saber que esa persona no te aprecia, no confía en ti o piensa que eres tonta. A veces... se dan los tres casos...
Las mentiras son más que expresiones. Son armas que puedes herir al más fuerte cuerpo, pueden dañar a la más despierta mente y puede traspasar el más profundo corazón...

...

Despertaré el cualquier momento...
Pasa el tiempo y sigo en mi sueño. ¿Porqué no me despierto?
Siento cosas que dormida no sentiría jamás.
Quizás... ¿es posible que...? No puede ser.
¿Acaso es que no estoy soñando? ¿acaso todo esto es real?
No lo sé aún, pero sea lo que sea no quiero que acabe nunca.

martes, 18 de mayo de 2010

¿Bestia?

"Erase una vez en un país lejano un joven príncipe que vivía en un resplandeciente castillo. A pesar de tener todo lo que podía desear el príncipe era egoísta, déspota y consentido.
Pero una noche de invierno llegó al castillo una anciana mendiga y le ofreció una simple rosa a cambio de cobijarse del horrible frío. Repugnado por su aspecto el príncipe despreció el regalo y expulsó de allí a la anciana. Pero ella le advirtió que no se dejara engañar por la apariencia porque la belleza está en el interior. Y cuando volvió a rechazarla, la fealdad de la anciana dio paso a una bellísima hechicera.
El príncipe trató de disculparse pero ya era demasiado tarde pues ella ya había visto que en su corazón no había amor. Y como castigo lo transformó en una horrible bestia y lanzó un poderoso hechizo sobre el castillo y todos los que allí vivían.
Avergonzado por su aspecto el monstruo se encerró en el interior de su castillo con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior.
La rosa que ella le había ofrecido era en realidad una rosa encantada que seguiría fresca hasta que él cumpliera 21 años. Si era capaz de amar a una mujer y ganarse a cambio su amor antes de que cayera el último pétalo entonces se desharía el hechizo sino, seguiría siendo una bestia eternamente.
Al pasar los años comenzó a impacientarse y perdió toda esperanza pues...¿quién iba a ser capaz de amar a una bestia?"

jueves, 13 de mayo de 2010

¿Qué fue primero?


Cuando empecéis a leer esto pensaréis que yo,al ser de letras, no seré objetiva y neutral pero ya veréis como no es así.

Siempre se ha dicho que el mundo sin las matemáticas y los números no sería el mismo pero ¿qué habría pasado si no hubieran existido las letras? ¿Qué fue primero las letras o los números? Mmm difícil cuestión... Aunque se te pones a pensarlo no es tan difícil.



¿Cómo se habrían difundido las matemáticas, las ciencias, la física, la química, etc. si no hubiera habido un abecedario para escribirlas? ¿Cómo habrían explicado los profesores a sus alumnos la ley de la gravedad si el latín no hubiera existido? Todas las lenguas derivan de una común, o al menos casi todas, por tanto en todos los lugares es NECESARIO la existencia de las letras. Así pues, la respuesta de "¿qué fue primero?" ya está contestada ¿no? Si no estáis aún convencidos sigamos argumentado.



Sí, es muy bonita la exactitud de las ciencias, gracias ellas hemos descubierto muchas cosas, hemos avanzado, hemos progresado y hemos ido a mejor. Gracias a la medicina hemos conseguido avances que jamás se pensó que habría, pero ¿cómo llegan esas "novedades" a nosotros?

También podemos abordar el tema "idiomas". Puedes ser premio Nóbel de Matemáticas pero a la hora de hablar ¿para qué te sirve eso? Cada idioma que aprendemos es un nuevo mundo que conocemos, cada idioma que se pierde a diario es un mundo que olvidamos, perdemos y jamás conoceremos. Actualmente saber idiomas es tener la puerta abierta al mundo que nos rodea, es poder avanzar en cualquier ámbito.

Por tanto, y volviendo a la pregunta de "¿qué fue primero, las letras o los número?" ¿qué opináis ahora? Yo no lo puedo contestar, no soy más que una alumna de 1º de Bto. y no creo que tenga la capacidad para hacerlo, además,prefiero que reflexionéis. Como diría ahora el gran Dos Jesús "Es muy abstracta" por tanto contestad vosotros mismo.

martes, 11 de mayo de 2010

Un adiós indeseado...


Fuera el cielo está nublado aunque el sol consigue filtrarse entre algunas nubes. Los cristales, salpicados por gotas de agua, parecen estar tristes ya que el gris pálido del día apaga los vivos colores del marco que los rodea.
Desde dónde estoy sólo puedo ver más ventanas. El edificio de en frente es como un retrato hecho al edificio donde estoy yo, todo es tan igual... También distingo dentro de las "habitaciones" personajes de todo tipo: están lo que atienden y toman apuntes, al que mira por la ventana como yo, a la que está pensando (seguramente en algún personajillo que la trae loca), y a otros muchos más.
Mi mente está divagando por la nada. No estoy atendiendo, sé que alguien está explicando algo, pero no sé qué. El murmullo a mi alrededor es incesante, es algo molesto, es como una mosca que sólo revolotea para joder. Son muchas voces a la vez, es un zumbido constante que me gustaría acallar, pero no tengo valor suficiente para levantarme y dar un grito que silencie a todos los demás.
Mi batería está agotada, yo estoy ausente. He tenido que aguantar una hora de falsedades, una hora viendo como lo que yo creía que era una amistad es simplemente un interés, una máscara. No me apetece reír, y si lo hago es sin ganas.
Quiero que llegue ya el descanso, quiero ver a lo único que ahora mismo me puede consolar, que me puede recargar. Ahora mismo sé que sólo eso puede conseguir sacarme una sonrisa de verdad. Por otro lado no quiero que llegue, ya que supondrá una despedida que me gustaría evitar…
Van a ser unos días muy largos... pero aprovecharé estos días de supuesto descanso para ordenar mi mente, para ordenar mis pensamientos. Necesito poner mi vida en el lugar que corresponde.

Sé que puedo.

Me tiemblas las piernas, pero no es por miedo o por frío, es por los nervios. Siento que en cualquier momento me van a fallar, van a ceder, y yo voy a caer al suelo.
He pasado por esto más veces, no sé qué pasa hoy pero es distinto. Me sudan las manos, no las puedo dejar quietar y el anillo que hace media hora estaba en su sitio está ahora moviéndose a un ritmo vertiginoso entre mis dedos, tengo un nudo en el estómago que no me deja tragar ni mi propia saliva, y me apetece grita.
Quedan 5 minutos. A cada segundo que pasa tengo más ganas de que llegue ya el "momento", quiero que el tiempo corra, pero al mismo tiempo quiero correr yo. Cuido los último detalles, ya que tengo que estar perfecta para cuando llegue la hora.
Cuando quiero darme cuenta es la hora. "Vamos Eva" me digo a mí misma "Tú puedes", respiro hondo, y...

martes, 4 de mayo de 2010

¿Torero valiente?

Me pregunto cómo puede haber gente que todavía apoye la tauromaquia... No lo entiendo.

El ser humano ha ido evolucionando a lo largo de los años, ha ido adquiriendo costumbres y hábitos propios de una persona. En ocasiones nos hemos adaptado al medio ambiente, otras en cambio hemos adaptado el medio ambienta a nosotros.
Pero desde la antigüedad venimos arrastrando una "costumbre" que hace replantearme si de verdad hemos evolucionado o no...
La tauromaquia se remonta a la Edad Media. En esta época se usaba para hacer ver a la gente la valentía de algunos nobles, o para celebrar victorias bélicas. Siglos más tarde la tauromaquia empezó a ser practicada por el pueblo y como algo festivo. Y hasta la actualidad.

Ahora bien, fijémonos en esa "tradición" y sus características:
La "pelea" dice ser entre un toro y un hombre, el toro es más grande que el hombre, podría con él ¿no? eso en teoría, a la hora de la práctica no es así ¿porqué? Porque la noche antes de la corrida los toros son envenenados con una especie de purgante que hace que los animales pierdan el equilibrio y sufran fuertes diarreas que los debilita. ¡Vaya! Ya no es tan igualado. Una vez en la plaza el toro sigue con desventaja: es mareado con un capote mientras algunos hombres le clavan banderillas con saña. Estas banderillas tienen una punta en forma de arpón que cada vez que el toro se mueve provoca en éste un dolor extremo, además de una hemorragia que se va acrecentado a lo largo de la corrida. Si el toro opone algo más de resistencia un hombre montado en un bonito caballo al cual llaman “picador” clava repetidas veces un puñal en la nuca del astado de manera que pierde más sangre aún. Una vez que el toro está debilitado, atontado, herido y desangrado el “valiente” torero procede a introducir una espada la cual no corta por los laterales pero puede perforar con la punta. Al traspasar la piel y la carne el estoque perfora varios órganos del animal, el cual cae al suelo moribundo. Si el toro no muere al momento de nuevo se le clava un puñal de manera que su muerte se hace más agonizante, lenta y dolorosa.
A estos “valientes” individuos no contentos con el derramamiento de sangre, además tienes que exhibir su faena a los alteramos asistentes al evento arrastrando el cadáver del animal tirado por un carro.
Bien, después de esta pequeña valoración ¿qué opinan sobre los “valientes” toreros? ¿De verdad están tanto hombre como animal en igualdad de condiciones? Me parece a mí que no.

¿Merecen estos individuos nuestro respeto? ¿Matar animales por puro placer y diversión lo merece? El mío desde luego no.